domingo, 22 de septiembre de 2013

Mi Primer Aniversario de Boda

WoW estoy escribiendo esto y no lo creo, es como si fue ayer que Flordelis y yo estábamos hablando de como seria nuestra boda y como seria la vida de casado.

En estos 365 días de matrimonio consagrado por Dios lo único que mi esposa y yo hemos vivido son bendiciones  días tras días. Con tan solo 7 meses de casados y ya teníamos una casa, algunas de las cosas domesticas necesarias que no teníamos al principio  y ya Podíamos ahorrar, antes de lo planeado es decir, Dios es Fiel y lo que promete lo cumple.

Muchas personas me decían pero tu eres loco tan joven casarte por la iglesia eso no es una papa, yo les decía por eso  me quiero casar. Lo que yo estoy asiendo es lo que el señor me pide como hombre y a Flordelis como mujer. “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Efesios 5:31) Es decir si la palabra dice que el hombre se unirá a la mujer y serán una carne como es que si somos una sola carne estaremos pensando en un día no estar juntos.

Te amo mi Reina 

Gracias por ser la mujer más luchadora y temerosa del padre.



lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Tienes fe para repartir?

¿Tienes fe para repartir, es decir, tienes tanta abundancia que te sobra, y, por consiguiente, puedes dar a otros esa fe, esa visión de la vida, ese amor a Dios que tú tienes? ¿O es una fe que apenas te alcanza?

Como cuando uno va a comprar en el mercado, y se le antoja llevarse muchas cosas; pero, a la hora de sacar la cartera, se da cuenta de que no le alcanza, y empieza a dejar un objeto aquí, y luego otro, y luego otro, y se lleva solamente unas cuantas cosas porque no le alcanza el dinero. 

¿Eres tú de ésos? ¿De los que son católicos a ratos? Quizás el domingo un momento. Quizás en algún evento especial de la vida. Pero luego hay horas, días y meses en que parece que ya no crees. Parece que no tienes un fuerte sostén espiritual. Parece que andas sin brújula en la vida. 

Se necesita hoy gente que esté llena, llena de esa fe, llena de ese amor, llena de esperanza para repartir; porque hay más pobres, más mendigos del espíritu que mendigos de un pedazo de pan. Hay mucha hambre de fe, mucha hambre de Dios, y se requiere gente que la tenga en abundancia para re-partirla.



Cuando el nivel de fe baja en el mundo, sube el nivel de la desesperación. 
¿Por qué habrá hoy tantos desesperados?


Autor: P Mariano de Blas

domingo, 8 de septiembre de 2013

Si quieres puedes curarme

Sabes que quiere y sabes que puede; por eso de un momento a otro sentirás sanos tu cuerpo y tu alma si tienes fe.

Si quieres puedes curarme.

Esta breve y sincera oración quería decir muchas cosas a Jesús: "¿Qué te cuesta, qué le cuesta a quien ha creado un mundo de la nada curar un cuerpo enfermo?"

Hoy te presentas ante Él con el cuerpo y el alma enfermos: Eres la impotencia suplicante de rodillas ante el que lo puede todo. Si quieres... ¿Querrás? ¿Tendrás que pensar mucho si devuelves la salud a un desgraciado? ¿Puede tu amor resistir que un alma salida de tus manos en un gesto de amor, se pierda para siempre? ¿Querrás? ¿Puedes curarme?

Más que decírselo a Él, que lo sabe muy bien, debes decirlo y gritarlo a ti mismo, para estar cada vez más seguro de que puede, de que no le cuesta. Si te piden fe, di que la tienes; no tienes salud pero tienes fe, toda la que necesita el milagro para hacerse realidad, pero aumentarla hasta que se convierta en un grano de mostaza; entonces moverás montañas.

Si quieres, puedes curarme. Sabes que quiere y sabes que puede; por eso de un momento a otro sentirás sanos tu cuerpo y tu alma.Quiero, queda limpio" esas palabras anhela tu alma.

Y quedó curado el leproso. Así quieres quedar tú curado, el otro leproso del alma. Quieres sentirte limpio y puro, sentir tu alma de niño, como cuando salió de sus manos un día que te amó infinitamente.


Autor: P. Mariano de Blas

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Hoy di: ¡Gracias, Padre!


Gracias por el don de la existencia. Gracias por haberme hecho a tu imagen y semejanza. Gracias por el don gratuito de tu amor.

Hoy sé un hijo agradecido.

Levanta la mirada y dile gracias al Creador del universo:

Padre:

Gracias por el don de la existencia.
Gracias por haberme hecho a tu imagen y semejanza.
Gracias por el don gratuito de tu amor, gracias por amarme como soy.
Gracias porque me has dado ojos para ver,
oídos para escuchar, manos para acariciar,
inteligencia para conocer la verdad, voluntad para buscar el bien,
corazón para amar y para hacerlo tu morada.
¡Mi corazón: templo de la Trinidad! ¡Cosa maravillosa!

Gracias por la capacidad de asombro que me diste.
Gracias por mis padres, por mi familia, por tener un hogar que me cobija.
Gracias por los amigos fieles y también por los que me han hecho sufrir.
Gracias por los tiempos dolorosos de mi vida,
por dejarme sentir la soledad para venir luego a colmarla con tu misericordia.
Gracias por quienes rezan por mí.
Gracias por la vocación y misión que me confiaste.
Gracias por haber puesto tu mirada en mí, gracias por confiar en mí.
Gracias por tantas experiencias bellas de mi vida.
Gracias sobre todo por la experiencia del amor de Cristo.
Gracias por haberlo enviado a vivir con nosotros como uno de nosotros,
para revelarnos tu rostro, redimirnos y trazarnos el camino.
Nos amó hasta el extremo,
nos dio como Madre a María Santísima,
se quedó para siempre en la Eucaristía,
y al final nos entregó a su mismo Espíritu, fuente del mayor consuelo.
Gracias por mi bautismo, por mi Madre la Iglesia,
por mi ángel de la guarda y por esperarme con los brazos abiertos en el cielo.
Gracias por tu paciencia conmigo,
gracias por perdonarme siempre y por seguirme amando sin guardar resentimientos.
Gracias por la vida y por la eternidad que me espera.
Una y mil veces: ¡Gracias Padre!

Autor: P. Evaristo Sada

lunes, 2 de septiembre de 2013

Trabajar con un fin bueno

El camino de cada ser humano transcurre entre cientos de pequeñas y grandes decisiones. Escoger bien permite trabajar con fines buenos.
Todo lo que hacemos busca una meta. A veces, simplemente, tener la casa en orden. Otras veces, ahorrar en vistas al futuro. Con frecuencia, "cumplir" con las peticiones del jefe de trabajo, de un familiar o de un amigo.

Trabajamos siempre con un fin. Pero, ¿todos los fines tienen la misma importancia? ¿Hay algunas actividades que podríamos dejar de lado para escoger otras que tengan un fin más noble, más justo, más bello?

Hacer una jerarquía de fines permite hacer una jerarquía de ocupaciones. Quien no tiene claro qué sea lo más importante y qué sirve sólo para "matar el tiempo" no será capaz de escoger según proyectos buenos.

Otras veces la jerarquía está bien establecida, pero nos faltan energías interiores para acometer lo importante y para dejar de lado lo superfluo. En esos casos, basta una breve insinuación en la pantalla de la computadora para que al final dediquemos minutos y minutos a una tontería y dejemos de hacer aquello que realmente merecía nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.

El camino de cada ser humano transcurre entre cientos de pequeñas y grandes decisiones. Escoger bien permite trabajar con fines buenos. Escoger mal nos lleva a perder, aquí en la tierra y también en el mundo futuro que nos espera.

¿Qué voy a hacer hoy? ¿En dónde invertiré mi vida? ¿Cómo distinguir entre amores buenos y caprichos engañosos que me desgastan y me consumen sin sentido?

Desde el cielo, Dios me pide que oriente bien mis pasos. En la tierra, familiares y amigos esperan, a veces en silencio, que les ayude y acompañe desde las fuerzas que vibran en mi alma.

Un nuevo día está en mis manos. Si me dejo guiar por el amor a Dios y al prójimo, empezaré a trabajar por fines verdaderamente buenos.


Autor: P.Fernando Pascual LC 
Fuente: Catholic.net

10 diferencias entre un jefe y un líder

Conoce las diez diferencias que existen entre un jefe y un líder? Considérelas.

1- En un grupo, el jefe inspira temor y el líder genera confianza.

2- El jefe dice YO, El líder dice: Nosotros.

3- El jefe sabe por qué debe hacerse una tarea. El líder muestra cómo se debe forjar una carrera.

4- El jefe se basa en la autoridad. El líder se basa en la cooperación.

5- El jefe dirige. El líder guía.

6- El jefe echa culpas. El líder soluciona los problemas y arregla los errores.

7- El jefe ordena por sobre el problemático 10% de la fuera laboral. El líder trabaja codo a codo con el 90% que coopera.

8- El jefe suele hacer que crezca el resentimiento. El líder promueve que crezca el entusiasmo.

9- El jefe hace que el trabajo sea monótono. El líder hace que sea interesante.

10- El jefe ve los problemas y los desastres que pueden destruir a la empresa. El líder ve los problemas como oportunidades para que el equipo de trabajo los supere y los convierta en ocasiones para crecer.

¿Es usted jefe o líder?
Recuerde la diferencia que existe entre un jefe y un líder: El jefe dice: ¡Vayan!, y el líder dice: ¡Vayamos!

Números 13:30 ¡Pues vamos a conquistar esa tierra! ¡Nosotros podemos conquistarla!

Reflexión

No es que ya no tenga deseo de escribir o palabras para hacerlo, la verdad es que no tengo una razón. Pero al finalizar este año he estado m...