Aprecia y valora las cosas buenas

El sol se siente mucho más agradable después de varias semanas de días lluviosos. 

Valoras tanto más a tus seres amados cuando regresan de un viaje. 

Realmente valoras y agradeces tu buena salud luego de haberte recuperado de una enfermedad larga y complicada. 

Habiendo debido afrontar una pesada deuda aprendes a respetar una buena disciplina financiera.

 Apreciar y valorar las cosas buenas luego de haber experimentado la vida sin ellas es fácil y natural. Sin embargo y lamentablemente, ello a menudo puede ser demasiado tarde.
Cuánto mejor resulta valorar las cosas buenas que tienes, mientras las tienes. 
Porque entonces no sólo puedes apreciarlas, sino también aprovecharlas positiva y productiva mente. 

Así que encara cada día enumerando tus muchas bendiciones. 

Presta especial atención a esas cosas que tanto forman parte de ti que, de no hacerlo así, podrías sentirte tentado de darlas por hecho. La verdadera abundancia y la gratitud están fuertemente relacionadas. 

"Cuanto más valores las cosas buenas, más tendrás"

El señor te ama y te dará lo que le pidas, claro si lo mereces. así que si quieres cosas buenas dale cosas buenas a el.

El Tiempo

El tiempo que perdiste en tonterías, ya se quedó perdido, pero no se ha perdido la esperanza de iniciar, mañana, un nuevo ciclo con propósitos de renovación personal. 

Hoy Puedes romper las agujas del reloj, pero no puedes detener el tiempo.


Tu vida avanzará al ritmo constante del tiempo ;pero los buenos o malos resultados de tus vivencias dependerán de ti.

Proponte metas con objetivos nobles y a partir de HOY  decide aprovechar cada día, para que los marques con el símbolo de tu excelencia.

No te angusties, No te desesperes, Date tiempo al tiempo.
Tu no puedes Matar al Tiempo el a ti si.
Aprovecharlo es lo que mejor puedes hacer y Dios esta esperando su tiempo.

Los Desafíos

Los desafíos son difíciles de superar. Pero al otro lado de ellos hay algo de valor. Cuanto mayor es el desafío, más valor obtendrás trabajándolo. 

Cuantos más desafíos estés dispuesto a aceptar, más logros serás capaz de alcanzar. Cuando un desafío se presente ante ti, velo como lo que realmente es. 
Es la puerta de entrada hacia algo de un valor real y duradero. Concéntrate en el valor que yace detrás del desafío. Y puedes tener la certeza de que encontrarás la manera de llegar a él. 

Una vez que lo hayas conquistado, entre los frutos que coseches encontrarás desafíos aún mayores. En cada uno de ellos yace la oportunidad de alcanzar logros, también, mayores aún. Atraviesa el portal del desafío. Porque el otro lado es aún mejor de lo que puedes llegar a imaginar.